Un certificado de nacimiento boliviano y la no biometrización en el sistema del Segip (Servicio General de Identificación Personal), llevó a que el narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, obtenga una doble identidad en el Bolivia, documentos que fueron proporcionados en 2019.
Lo llamativo para los actuales encargados del Segip, es que Marset si tramitó su primer documento de extranjería con sus datos reales, es decir con el nombre de Sebastíán Enrique Marset Cabrera, el 16 de abril de 2019, tiempo en el que algún funcionario no realizó el registro biométrico. Además, un día después, el 17 de abril de 2019, volvió nuevamente a obtener un nuevo documento, pero esta vez presentando un certificado de nacimiento original boliviano, con el nombre de Gabriel de Souza Beumer.
El director del Segip, Alpacino Mojica, indicó en conferencia de prensa que, según Marset había ingresado a territorio boliviano en 2018, pero un año después obtiene su DNI (Documento Nacional de Identidad) extranjero en abril de 2019. «Lo que más interesa es el certificado de nacimiento del registro civil, porque eso le da legalidad para tramitar cedula de identidad supuestamente boliviana» explicó.
Agregó que al no estar registrado en la base de datos al saltarse el registro biométrico, permitió que Marset obtenga su documentación como boliviano, sumándole al certificado de nacimiento boliviano que presentó.
Marset, informó a los funcionarios del Segip que se llamaba Gabriel de Souza, nacido en santa Cruz de la Sierra en la provincia Andrés Ibáñez y que vivía en la zona del Urubó en el condominio Los Batos.
«Hay una persona en investigación, es un funcionario que entró a trabajar en 2016, pero hay un informe que hemos verificado y se ha dado conocer a la unidad de Anticorrupción, donde también hay otras personas que trabajaron en otras gestiones que van a ser investigadas», dijo.
Mojica adelantó que a las 15:00 de este martes, se presentará a declarar luego de ser citado en calidad de testigo, donde presentará todos los documentos sobre las irregularidades detectadas por los trámites que realizó Marset.
Señala que iniciarán una investigación por falsedad material e ideológica y uso de instrumento falsificado, además no se descartan ampliar los delitos. «Nuestra gestión se ha caracterizado por la transparencia y es por eso que no tenemos nada que esconder, a través de los medios de comunicación, la población tiene que saber que malos funcionarios del Segip en el año 2018 y 2019 facilitaron cédulas de identidad al prófugo Sebastián Marset», recalcó Mojica.
Sin embargo, estas dos no son las identidades con las que se dio a conocer Marset, existe una tercera identidad que lo conocían en el mundo del fútbol. Su entorno lo conocía como Luis Paulo Amorim Santos, un ciudadano supuestamente de nacionalidad brasileña.
El Deber
