En menos de 48 horas, Luis Adrián Pérez Carrillo, de 18 años, fue condenado a dos penas máximas de 30 años de prisión por asesinato y violación agravada, crímenes que conmocionaron a la comunidad de Pedro Lorenzo, en el municipio de La Guardia.
Este martes, durante su segunda audiencia de procedimiento abreviado, el joven confesó su culpabilidad y se dirigió al juez y a la familia de sus víctimas con un mensaje cargado de arrepentimiento.
“Ante todo quisiera pedirle perdón a mi mamá, a la familia, a los amigos. En mi sano juicio no sé qué me pasó. Todos ustedes saben, yo no tenía este comportamiento, nunca lo tuve. De todo corazón les pido perdón a todos. Igual voy a pagar ahí, donde voy a ir (en la cárcel)”, dijo el detenido, quien alegó que estuvo bajo influencias del alcohol cuando perpetró los delitos.
El joven recibió 30 años de cárcel en Palmasola por el delito de asesinato que cometió contra su amigo Jhonny Fernández Alcoba, de 21 años. Ayer, recibió la misma pena, pero por los delito de violación agravada e infanticidio en grado de tentativa que cometió contra su prima de nueve años.
El caso que horrorizó a La Guardia
El crimen ocurrió entre la noche del viernes 21 y la mañana del sábado 22 de junio. Según la investigación del Ministerio Público, Luis Adrián consumía bebidas alcohólicas junto a su amigo, Jhonny. Tras una discusión, tomó un hacha y lo golpeó brutalmente en la cabeza hasta matarlo. Luego, arrastró su cuerpo hasta un pozo séptico vacío, donde lo arrojó y cubrió con una carpa.
Lo más estremecedor ocurrió después. Una niña de nueve años, prima del autor, presenció el asesinato. Para silenciarla, Pérez la golpeó en la cabeza, la violó, y luego también la arrojó al pozo, creyéndola muerta. Afortunadamente, la menor recobró el conocimiento, pidió auxilio, y fue rescatada con vida por vecinos, quienes llamaron inmediatamente a la Policía.
Dos condenas
La fiscal Fabiola Paco explicó que en Bolivia las sentencias no son acumulativas, por lo que el detenido deberá cumplir solamente 30 años de prisión en Palmasola, a pesar de haber sido juzgado por dos delitos distintos y en audiencias separadas.
“No es una excusa estar en estado de embriaguez para cometer estos hechos. El imputado se acogió a un procedimiento abreviado tras confesar los crímenes y recibió dos sentencias”, explicó la fiscal.
Durante la primera audiencia, realizada el lunes 23 de junio, Pérez fue sentenciado por violación agravada y tentativa de infanticidio. En la segunda, este martes, recibió la pena máxima por asesinato.
El Deber