La participación del candidato Samuel Doria Medina en el debate de la televisora UNITEL se caracterizó por su insistencia en su plan de 100 días para resolver la crisis, que es la marca registrada de su campaña. Adicionalmente, planteó eliminar las pensiones vitalicias que reciben los políticos que ocuparon puestos presidenciales o vicepresidenciales por unos años y que luego han cobrado más de 20.000 bolivianos por mes durante décadas. “Basta de privilegios políticos”, señaló.
Doria Medina no se apartó de la defensa de su plan, que llevó al debate y exhibió para las cámaras; aprovechó cada intervención que le tocaba hacer y casi todas las respuestas a las preguntas que le plantearon los otros participantes para hablar de su compromiso de los 100 días. “Los bolivianos están asustados porque cuando van al mercado encuentran los precios siempre más altos. La gente en todas partes me dice: ‘la plata no alcanza’. La inflación de alimentos de este año será de más del 40%. Y al mismo tiempo los salarios reales han disminuido”, señaló Doria Medina. “Estoy aquí para hablarle directamente a todos los bolivianos y a todas las bolivianas que enfrentan la crisis, la falta de empleo, el alza de precios y la escasez de productos”, dijo.
Y aseguró que conoce la ruta para salir de la crisis, pues tiene un plan para parar la inflación, para traer los dólares de vuelta a la economía. Con ello llegarán los combustibles. “El plan ‘100 días carajo’ es un compromiso. Sé que la gente no puede esperar más y sé que debemos actuar con un sentido de urgencia, que es el que tiene la gente”, señaló.
“También terminaremos la fiesta del despilfarro no en 100 días, sino en las primeras 100 horas de nuestro gobierno”, aseguró. Su primer decreto “Se acabó la fiesta” permitirá un ahorro de algo más de 2.480 millones de bolivianos mediante cortes de entre 40% y 100% a “los privilegios de la élite burocrática, como gasto en vehículos, refrigerios, fiestas y celebraciones, consultorías, publicidad y medios propios”. Los ahorros que se hagan se destinarán a pagar la Renta Dignidad.
Como una segunda medida destinada a lograr lo mismo, es decir, a que los políticos profesionales ya no “vivan como reyes mientras los precios suben para los ciudadanos”, Samuel aseguró que quitará las rentas vitalicias, que consideró otro elemento de la “fiesta” que debe acabar. Estas rentas actualmente benefician a los antiguos altos funcionarios del Estado, como expresidentes y exvicepresidentes.
