Familia de ‘discapacitados’ pasa de vivir entre las piedras a  una casa de ladrillo y cemento

Familia de ‘discapacitados’ pasa de vivir entre las piedras a una casa de ladrillo y cemento

Por gestiones del Comité Cívico de San Lorenzo, una familia de personas con capacidades diferentes pasó de vivir entre las piedras, cubiertos por una carpa, en la serranía de San Pedro de Las Peñas, comunidad ubicada en la provincia Méndez del departamento de Tarija, a vivir en una casa habitable, construida con ayuda social.

Luego de que en junio de 2021 mediante el portal digital Tarija Al Día se conociera la noticia, de que en las serranías de la comunidad de San Pedro de Las Peñas, distante a 65 kilómetros de la ciudad de Tarija, en total aislamiento y en condiciones infrahumanas, en medio de las piedras y sólo cubiertos por una carpa, vivía ambulando una familia de 12 miembros – los dos padres con capacidades diferentes-; se pudo verificar a mediados de enero del presente año, que dicha familia ya cuenta con una casa habitable, construida de ladrillo y cemento, gracias a la ayuda social gestionada por la dirigencia cívica y autoridades de la provincia Méndez.

La familia de Yoni, como fue conocida en las noticias, todavía no logra integrarse socialmente, pese a que ya cuenta con una vivienda habitable.

Para el Estado boliviano ellos son casi inexistentes, el padre y la madre, Octavio y Eva, respectivamente, ambos con capacidades diferentes, no tienen documentos de identidad, y gran parte de los hijos también, entre ellos Yoni, el penúltimo, quien juega vivaz entre la arena y las peñas abstraído de la realidad. Por estar indocumentados, los padres de Yoni no pueden recoger las ayudas sociales, tampoco cobrar los bonos y demás beneficios que brinda el gobierno departamental ni nacional.

“Pese a varias gestiones y compromisos de las autoridades, todavía no se ha logrado que se les entregue sus documentos de identidad”, indica la vicepresidente del Comité Cívico de San Lorenzo, Marbel Castro.

Sin embargo, los padres de Yoni ahora sonríen al ver su nueva vivienda, aunque todavía se resisten a abandonar la carpa que arrastraron tantos años, por diferentes lugares de la serranías de la comunidad de San Pedro, viviendo totalmente alejados de la civilización.

Esta familia de 12 miembros, de cuales ya sólo cuatro quedan en la zona -los dos padres y dos hijos menores-, porque los demás migraron a la zona urbana en busca de trabajo, viven pastoreando el ganado vacuno de familias de comunidades vecinas, de donde reciben muy poca recompensa y se sostienen como pueden para subsistir en extrema pobreza, por lo que ahora su bien más preciado es la nueva casa que todavía se resisten a estrenar.