Gary Prado, el militar y escritor que se puso del lado de la democracia

Gary Prado, el militar y escritor que se puso del lado de la democracia

Gary Prado Salmón, que acaba de fallecer, fue un militar que en la época de las dictaduras se puso del lado de la democracia y apostó por el “retorno a los cuarteles” de las Fuerzas Armadas (FFAA).

Junto a otros “oficiales institucionalistas” formó parte del grupo que presionó para que las FFAA regresen a los regimientos a cumplir su función constitucional. Ese grupo asumió el gobierno en el 78, a la cabeza del general David Padilla.

La medida decisiva que tomó ese grupo de oficiales fue la convocatoria a elecciones. Se trató de un paso clave para la recuperación de la democracia. La administración de Padilla pasó a la historia como el primer gobierno militar que, tras más de 10 años, entregó el poder a un presidente constitucional.

El disparo y la política

En 1981, Prado Salmón fue encomendado para restablecer el orden en una zona convulsionada de Santa Cruz, pero ocurrió un hecho fortuito. Recibió un disparo accidental que lo dejó en silla de ruedas. Entonces, comandaba la Octava División del Ejército.

Una vez que se retiró de la vida militar, lo invitaron a formar parte del MIR, partido en el que hizo amigos desde el tiempo de la “lucha por la democracia”.

“Contribuí a cambiarle la visión radical porque incluso había algunos que habían simpatizado con el Che. Y trabajamos harto para construir un partido democrático y muy bien organizado”, comentó en una entrevista a un rotativo de Cochabamba.

Precisamente, años antes, en 1967, siendo capitán, Prado Salmón dirigió la operación que terminó con la captura del Che. Ocurrió el día 8 de octubre de ese año, cuando le informaron sobre la presencia del grupo irregular en una quebrada.

Prado Salmón montó la operación con un grupo de hombres y se dirigió a la zona, donde al final se produjo un combate. “Todos saben la verdad, que yo lo traté con respeto al prisionero (Che), lo alimenté, lo curé toda la noche, ésa que estuvo bajo mi responsabilidad, y que lo entregué vivo a mis superiores”, expresó el General en 2016.

El caso Terrorismo y los libros

Tras el 16 de abril de 2009, cuando -según la versión oficial- un grupo especial de la Policía desbarató una célula terrorista en Santa Cruz, Prado Salmón fue sindicado de formar parte de la supuesta conjura. Estuvo varios años con detención domiciliaria por ese caso, que en 2020 se cerró con la absolución de todos los acusados, entre ellos el General.

Gary Prado Araúz, su hijo, destacó que su padre “conoció la cárcel, el exilio (y) la clandestinidad, luchando por sus principios democráticos”, y que incluso afrontó el que considera fue un “juicio vergonzoso”, cuando tuvo que cumplir 11 años de prisión domiciliaria por una acusación por terrorismo durante el gobierno de Evo Morales, señala un reporte de EFE.

Más allá de todo, Prado Salmón también cultivó una faceta de escritor. Entre sus obras están Hormando, un constructor de la democracia, Los Fajardo, una saga, y La guerrilla inmolada, sobre la guerrilla del Che, libro que tuvo varias ediciones y fue traducido al inglés, portugués e italiano.

Su hijo contó a la agencia citada que su padre “dejó un libro de memorias inconcluso”, al que le falta “el último capítulo” que debía precisamente relatar el que consideró fue un “juicio injusto” (caso Terrorismo).

Su esposa considera que el mayor legado de Prado Salmón es la defensa de la democracia. “Yo creo que el mayor legado que deja mi esposo es que él toda su vida como militar lo único que hizo fue defender la democracia. Como político también nos dejó un legado: que hay que defender la democracia”, declaró a un canal local María del Carmen.

Página Siete