Conexión mala del sistema hidrosanitario, tubos pintados de colores para abaratar costos y techos en mal estado, son tres de al menos 10 irregularidades que halló la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (Aisem), dependiente del Ministerio de Salud, en una inspección que hizo al Hospital de segundo nivel de Coripata. Debido a ello, se identifica al menos 42 millones de bolivianos de daño económico. Las autoridades locales piden su nosocomio.
El director de la Aisem, Juan Carlos Meneses, explicó a Página Siete que en una inspección que se realizó a fines de marzo a esa obra se identificó al menos 10 irregularidades y “un daño económico de al menos 42 millones de bolivianos, según un informe preliminar de la auditoria que se realizó y que está pronta a aprobarse por la Contraloría”.
Entre las irregularidades que se hallaron están: un sistema hidrosanitario completamente mal ya que “no responde a la necesidad que tiene”.
En un video, el fiscal del proyecto de la Aisem muestra que el sistema hidrosanitario no está instalado en el espacio donde debería sino fue desplazado. “Los inodoros, lavamanos tienen ese mismo problema”.
Otro de los problemas que se vio fue que la empresa que se adjudicó la obra indicó que la construcción del sistema sanitario era rojo (de mejor calidad) pero “habían instalado dos tipos de tuberías blancas, unas que continúan blancas, pero otras pintadas de color rojo”.
De acuerdo con la directora técnica de Aisem, Erika Lima, aseguró que respecto a la infraestructura, en los muros de contención “ya se vio daños al drenaje y por asentamiento”.
El fiscal que estuvo en la inspección también mostró que las cámaras tampoco están instaladas en los espacios donde deberían colocarse.
Además, no cuenta con una pendiente para su desagüe. Tampoco los techos están hechos de forma adecuada.
Según el video del fiscal de la obra, la cubierta de la calamina no está posesionada correctamente sobre las correas.
También muestra que existe una deformación de 4,8 centímetros en la losa del voladizo, del bloque de emergencia. Además, en las lozas existen fisuras por contracción.
Meneses indicó que pese a que se contrató una empresa de supervisión, “ésta jamás hizo su trabajo”.
El hospital de segundo nivel de Coripata fue adjudicado por la empresa constructora Joca Ingeniería y Construcciones S. A. en 2017 y el presupuesto para su construcción fue de 95,550.000 bolivianos. Sin embargo, el avance físico sólo alcanza al 18,6% y el avance financiero al 32%, según lo que se verificó cuando la Aisem llegó a la obra.
La obra debía concluirse tres años después, pero debido a que no hubo avances se hizo una resolución del contrato el 18 de agosto de 2021.
“Lo que llama la atención es que a pesar de que en ese entonces se disolvió el contrato y se trató de ejecutar las boletas de garantía la empresa Joca, ha presentado una demanda lo que no permitió la ejecución de las boletas de garantía y eso alcanza a un monto importante producto del pronunciamiento del juez”, indicó Meneses.
Por ello, actualmente la obra está paralizada. De acuerdo con el alcalde de Coripata, Julio Salinas, la paralización de esta obra “es incuantificable”, principalmente para la población ya que mucha gente debe viajar hasta Chulumani o Coroico en busca de atención médica.
“En Coripata tenemos seis centros de primer nivel, pero lastimosamente ningún hospital puede atender problemas graves de salud”, lamentó.
Aseguró que ahora lo que espera es que se retome con la construcción pues la población necesita urgente ese nosocomio.
Meneses indicó que en la gestión anterior “de forma irregular” se adjudicó una nueva empresa y no cuenta con una empresa supervisora, por lo que ahora se realiza el análisis de cómo vamos a impulsar la supervisión de forma interina a cargo de la Aisem. “Corresponde realizar la licitación para que se acompañe la obra. Nos encontramos limitados, si no existe un pronunciamiento de la justicia y no se resuelve el proceso, no vamos a poder llevar adelante el proyecto. Está paralizado”.
Página Siete