Jhelsin Ch. M., sindicado por el feminicidio de Rosa C., fue aprehendido la madrugada de ayer, en un domicilio de la zona norte de la ciudad de Cochabamba. El sindicado tenía la cédula de identidad y el celular de la víctima.
“Ya lo han aprehendido, pero aún no hemos podido acceder a su declaración. La Policía debe esclarecer el caso”, señaló el diputado Renán Cabezas, hermano de Rosa.
La mañana del sábado, la Policía halló el cuerpo sin vida de Rosa, en un departamento alquilado en el centro de la ciudad de Cochabamba. Sus restos desmembrados estaban escondidos en un refrigerador.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, indicó que la aprehensión del victimario se logró por medio del seguimiento de la Unidad de Inteligencia de la Policía. “En la requisa se lo encontró en posesión de las pertenencias de la víctima”.
Rosa desapareció el sábado 13 de mayo, a las 10:00, cuando salió de su domicilio para encontrarse con Jhelsin Ch.M., quien debía entregarle 6.000 dólares.
Rosa conoció a Jhelsin en una clase de baile hace un par de meses. Decía ser funcionario del Banco Unión, lo que respaldaba con sus publicaciones en sus redes sociales. Sin embargo, las investigaciones de la Policía desmintieron tal situación.
Utilizó esta imagen falsa para estrechar vínculos con Rosa y convencerla de darle un monto de dinero en bolivianos, para que él los cambie a dólares, aprovechando sus presuntas influencias en el banco. En uno de los chats que la familia logró conseguir, ambos hablan de ello.
En más de una ocasión, Jhelsin le pidió empezar una relación sentimental, pero ella siempre lo rechazó.
Poco antes de la desaparición de Rosa, Jhelsin alquiló, por un mes, un departamento entre las calles Baptista y La Paz, en el centro de Cochabamba. Pidió a los dueños cambiar las cortinas, para que no se viera al interior y tener privacidad. Allí llevó a Rosa aquel sábado 13 de mayo.
La autopsia señala que fue asesinada, esa misma noche, con una serie de martillazos en la cabeza. Luego la descuartizó. Para encubrir el crimen agarró el celular de Rosa y mantuvo charlas con sus hermanos haciéndose pasar por ella. Les decía que estaba bien y que debían quitar las denuncias.
Del Castillo reveló que ya con el cuerpo escondido en el congelador, Jhelsín habló con los dueños del departamento, para decirles que el domingo haría un churrasco con sus amigos.
“El jueves les comentó a los propietarios que deseaba hacer una parrillada o un churrasco en este bien inmueble. Pero lo que estaba buscando era la forma de deshacerse del cuerpo y de todas las evidencias”, dijo.
“Todo es muy confuso… ya estaba planeado, el departamento alquilado, las cortinas, e incluso las cámaras de la casa de mi hermana que se cortaron el día que desapareció. Puede haber más víctimas, la Policía debe investigar”, sostuvo el diputado.
Rosa fue velada ayer en Cochabamba, donde se realizó la misa de cuerpo presente para su posterior traslado a La Paz.
Página Siete