Página Siete
Las familias de 302 muertos por la Covid-19 sufren un calvario. Además de perder a sus seres queridos por la pandemia y no asistir a los actos fúnebres, ahora no saben dónde fueron enterrados los restos. Ante esa situación, los dolientes exigen exhumar los cuerpos para realizar una respectiva identificación.
Para el jefe de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Potosí Huáscar Alarcón, desenterrar los cadáveres es una solicitud muy riesgosa. La autoridad local pidió tolerancia a las familias.
“Mi mamá murió por Covid-19 a finales de julio. La sacaron del hospital y la llevaron directamente al Cementerio General. No nos dejaron ingresar para ver dónde sería enterrada. Ahora no sé dónde mi mamá está descansando”, dijo Claudia a Página Siete.
Desde hace una semana, ella y otros familiares de otras víctimas de la pandemia protestan para exigir la exhumación de los cuerpos para reconocer a sus parientes y darles una cristiana sepultura.