Redacción Central/Tarija Al Día
“Me encapucharon y me empezaron a pegar en la nariz, y me indicaban que Marcelo (Alemán) habló todo, me pegaron, me enmanillaron, me pusieron una bolsa en la cabeza, me querían asfixiar porque me faltaba el aire (…)”, relató con lágrimas en los ojos el taxista afectado, de quien guardamos en reserva su nombre.
Denuncia que los policías querían que se auto incrimine en el caso de la desaparición de Singry Paco.
Paco desapareció el pasado 12 de febrero, fue vista por última vez saliendo del local El Pariento, por el caso se encuentra con detención preventiva su ex pareja, Marcelo Alemán.
El sábado en la mañana inicia el calvario para este taxista, luego que recibe una llamada para hacer un servicio, le piden que pase por la plazuela Uriondo, cuando él llega al lugar, se acerca un hombre de civil y le ordena que baje de su auto, que quedaba aprehendido por el caso de Singry Paco.
Lo suben a una camioneta de la Policía, le ponen una bolsa en su cabeza y comienzan a golpearle la nariz, ni la sangre que brotaba, impidió que los efectivos frenen la tortura.
“Me encapucharon, creo que eran tres dentro de la camioneta, lo poco que ha visto es que estaba yendo por el puente Bicentenario, hay me decían Marcelo (Alemán) ya hablo todo, vos y su padrastro serían los cómplices (…)”, agregó.
Afirmó que ha Marcelo Alemán lo conoce porque le hacía servicio de taxi, como a cualquier otro pasajero, pero los policías insistían en que era chófer personal del hoy detenido preventivamente, “pero eso es mentira, yo no tenga relación ninguna con Marcelo, solo le hacía el servicio de taxi, no conozco a sus amigos, ni a su padrastro”.
El taxista a los días que se conociera sobre la desaparición de Singry Paco se presentó de forma voluntaria ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen para presentar su declaración. En la declaración informó a la Policía que el martes de Challa, le hizo un servicio a Marcelo Alemán, recogiéndole cerca del medio día de la rotonda del barrio El Carmen y lo trasladó hasta su domicilio. Marcelo ese día estaba solo, relató el taxista.
Un plato de comida y siguió la tortura
Tras algunas horas de ser tortura en la camioneta, el taxista relata que fue trasladado hasta los ambientes de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) donde le invitaron un plato de comida.
“Después entra uno medio encapuchado malo, me dice perro párate, me hace parar con las manos en la ventana y me vuelven a poner una bolsa a la cabeza, me hacen bajar las gradas y me pusieron un palo cruzado en el cuello y cartones en las muñecas para que no queden huellas de las manillas (…)”, denunció.
Relató que tras la tortura le obligaron a firmar dos papeles y que no sabe que se indicaba en esas dos hojas firmadas.
“Me amenazaban que iban a incriminar a mi familia, que iban meter unos cinco kilos de droga a mi familia para incriminarlos, que eso no les costaba nada a ellos (…)”, mencionó.
Tras quitarle la bolsa de la cabeza y las manillas, le ordenaron que se retire de la FELCV sin mirar para atrás. Previo le devolvieron su billetera y celular.
El taxista fue aprehendido cerca de las 11h30 y liberado a las 19h00 del sábado. No hubo orden judicial, según denunció.